La metanfetamina cambia la estructura del cerebro y afecta la flexibilidad mental. Un nuevo estudio se suma al cuerpo de evidencia de que la exposición a largo plazo a sustancias adictivas cambia el cerebro, lo que dificulta dejar de fumar. Al igual que con muchas drogas, el uso repetido puede desarrollar tolerancia a los efectos placenteros de la metanfetamina. Las personas que abusan de la metanfetamina a menudo tienen que tomar dosis más altas de la droga, tomarla con más frecuencia o cambiar la forma en que la usan para obtener el efecto deseado. Además de los derivados de drogas, los consumidores crónicos de metanfetamina pueden parecer difícil experimentar otras alegrías que exacerban el abuso. Si se consume un consumo prolongado, se produce abstinencia de metanfetamina. Los síntomas de abstinencia incluyen depresión, ansiedad, fatiga y fuertes deseos de consumir la droga.
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